¿Estresado? ¿Quién? ¿Yo? No… yo no… ustedes me están estresando… Esta semana ha vuelto a resultar leonina en cuanto a trabajo supone. Uno tiene la sensación de que jamás va a terminar de sorprenderse y conocer nuevas cosas. Después de casi un mes (sí un mes trabajando), uno empieza a comprender el porqué de las caras de mala mañana con la que alguna compañera te recibe en el trabajo.
Yo he asumido una posición filosófico-vital trascendente, algunos dirían más bien, que pasota. Yo creo que es una cuestión de supervivencia. ¿Qué se pierde la historia de media docena de pacientes? No hay problema. ¿Qué hay que procesar una decena de analíticas en media hora? Tampoco hay problema. ¿Qué el ruido del inalámbrico que me han dado me persigue allá por donde me mueva? Pues tampoco. No exagero, una de mis compañeras con un par de años más que yo ya es hipertensa, y no me extraña.
En el lado positivo, el hecho de trabajar con compañeros latinoamericanos me está abriendo un mundo de expresiones que no conocía. Hace pocos días, nuestro administrativo de origen uruguayo, me sorprendía con una de estas expresiones. Tras recibir varias llamadas al inalámbrico absurdas (¿seré el único tonto que lo lleva encima o es que soy el único que lo contesto? Qué más da…), me crucé todo el pasillo del Departamento exclamando en voz alta “y a mí qué más me da, yo tengo un tío en Alcalá”. A lo que mi compañero uruguayo, ágil en sus reflejos me contestó. “Sí, y mi abuela tiene un biombo” (expresión utilizada con el mismo significado). La expresión me proporcionó un rato de relax importante.
Yo he asumido una posición filosófico-vital trascendente, algunos dirían más bien, que pasota. Yo creo que es una cuestión de supervivencia. ¿Qué se pierde la historia de media docena de pacientes? No hay problema. ¿Qué hay que procesar una decena de analíticas en media hora? Tampoco hay problema. ¿Qué el ruido del inalámbrico que me han dado me persigue allá por donde me mueva? Pues tampoco. No exagero, una de mis compañeras con un par de años más que yo ya es hipertensa, y no me extraña.
En el lado positivo, el hecho de trabajar con compañeros latinoamericanos me está abriendo un mundo de expresiones que no conocía. Hace pocos días, nuestro administrativo de origen uruguayo, me sorprendía con una de estas expresiones. Tras recibir varias llamadas al inalámbrico absurdas (¿seré el único tonto que lo lleva encima o es que soy el único que lo contesto? Qué más da…), me crucé todo el pasillo del Departamento exclamando en voz alta “y a mí qué más me da, yo tengo un tío en Alcalá”. A lo que mi compañero uruguayo, ágil en sus reflejos me contestó. “Sí, y mi abuela tiene un biombo” (expresión utilizada con el mismo significado). La expresión me proporcionó un rato de relax importante.
3 comentarios:
Piensa que si ya casi hace un mes, estás a puntito de cobrar. Por lo demás piensa, que como si tu abuela tiene un biombo
Si es cuestión de relajarse que si no..., ¿que es lo que tienes en Alcalá? Un hospital que no hay en Torrejón, tranquilo, ¿ que es lo que tiene tu abuela? A tí, un nieto tranquilo que mejor que no se agobie, je, je.
Saludos Pepito Grillo particular.
La verdad es que el hecho de que mi abuela tenga un biombo me perturba tanto como la circunstancia en sí de tener que coger mañana un metro atestado de gente.
Por cierto, el mes pasado ya me pasaron la nómina, la triste nómina...
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