sábado, 22 de septiembre de 2007

Lo que uno vale...

El mercado laboral tiende a tratar a las personas como mercancías a las que termina asignando un valor. En la entrevista de este pasado viernes me sentí así, como un mejor objeto. Mi entrevistadora no tuvo rubor en asegurarme que no iban a tener problemas si me negaba a las “magníficas” condiciones laborales que me ofrecían, porque tenía una pila de currículum vital esperándola. Increíble pero cierto…

La oferta laboral era realmente atractiva por el contenido, no tanto por el continente, aunque reconozco que en el puesto al que optaba (técnico de control de calidad) las cosas no suelen estar mucho mejor. Un contrato en prácticas durante tres meses por 300 euros, y luego la promesa de un contrato indefinido por poco más de mil euros al mes. La mujer me comentaba (realmente fue muy amable y cordial) que ayer mismo una chica se había venido desde Huelva para la entrevista… Haceros una idea de cómo está la cosa por tanto. Ya digo que el puesto y las funciones del mismo me parecen muy interesantes, me gustan, la verdad, y el horario es otro atractivo (jornada continua por la mañana), pero la verdad es que las condiciones… La semana que viene tendré respuesta.

1 comentario:

Expediente X dijo...

"...No tiene precio."

Interesante oferta, ya el puesto en sí, el sueldo también, y como no un horario inmejorable, ¡SUERTE!, uno vale por sí mismo.