Ya está aquí. El cambio... climático. Veo hoy la Televisión (insana costumbre en los tiempos que corren), y veo un repaso a la situación meteorológica de medio mundo. El mundo al revés: los glaciares se deshielan, en Francia es primavera,... ¿Qué está ocurriendo?
Una reflexión más profunda me lleva a preguntarme sobre los límites de la capacidad de cambio que ha alcanzado el ser humano. Es evidente que hemos avanzado en algo más de un siglo hasta ser dueños irresponsables de este planeta, con capacidad para dominar la naturaleza en casi todas sus facetas. El problema es la visión egoísta, que sitúa al ser humano como conquistador de la naturaleza. Hay que cambiar los conceptos, es el momento de apostar por la protección de la naturaleza.
Hay que preservar al ser humano de su propia autodestrucción.
Una reflexión más profunda me lleva a preguntarme sobre los límites de la capacidad de cambio que ha alcanzado el ser humano. Es evidente que hemos avanzado en algo más de un siglo hasta ser dueños irresponsables de este planeta, con capacidad para dominar la naturaleza en casi todas sus facetas. El problema es la visión egoísta, que sitúa al ser humano como conquistador de la naturaleza. Hay que cambiar los conceptos, es el momento de apostar por la protección de la naturaleza.
Hay que preservar al ser humano de su propia autodestrucción.
2 comentarios:
Hace tiempo dedicaron un reportaje en el suplemento de El País. A parte de los datos que pudieran darse me resultó especialmente interesante una reflexión al que habían llegado personas expertas, no en el diagnóstico en sí, sino en su forma de tratarlo. Al parecer, las personas desde el punto de vista psicológico somos reacias a creer que la catastrofe se nos viene encima y aunque llegaramos a la conclusión de que así fuera nos sentiríamos paralizas para hacer algo y tenderíamos a ignorarlo. Por tanto, agencias internacionales que intentan poner un freno sobre el cambio climático trabajan en positivo haciéndo campañas sobre lo que se podría hacer como reducción de daños, más que sobre la explicación del problema en sí. Curioso.
Pues sí, muy curioso e interesante, sin duda.
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