Eso me pareció entender el otro día al leer el diario "El Mundo". Leía una noticia sobre unas declaraciones de la teniente de Alcalde de Barcelona, Inma Mayol, sobre la okupación de casas en la ciudad condal. Lo que más gracia me hizo no fue en sí la propuesta de despenalización de la okupación, sino el lenguaje y el tono despreciativo de la noticia, a la que incluso dedicaron una parte de la editorial.
Me resultó increíble más aún el machismo encubierto utilizado en la redacción de la editorial y de las noticias de interior, y me puse a buscar en internet inmediatamente por si era cosa mía. No, no es cosa mía. Inma Mayol es la pareja de Joan Saura, dirigente de ICV-EUiA. La noticia recordaba este hecho, incluso en alguna frase dedicada únicamente al fin de informar sobre este hecho, lo cual tiene su gracia pues a mí personalmente no me aporta ninguna información, como tampoco lo hace el hecho contrario, si la noticia fuera por Joan Saura.
No encuentro la noticia de "El Mundo" on line, pero sí les invito a visitar la redacción que de esta noticia ha hecho el diario ABC, en un tono... bueno veánlo:
La teniente de alcalde de Barcelona, partidaria de despenalizar la «okupación»
Y es que ya sabemos lo que ocurre con las cuestiones sentimentales... ¿o no?
domingo, 21 de enero de 2007
Detras de todo gran hombre, hay una gran mujer
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2 comentarios:
Bueno, la entrada original no pretendía valorar la propuesta política, sino el tono de las redacciones.
Cuando se da más peso a de quién eres pareja, que a la propuesta en sí, podemos intuir un poco el tipo de argumentación que se va a seguir... En "ElMundo" y el "ABC" la noticia no era la propuesta de Mayol, sino que la formulaba la pareja de Joan Saura. A esto me refería.
A mí hay otras muchas propuestas que me parecen chorradas, pero si la gente vota y elige sus representantes, ¿tenemos derecho a descalificarlos de esa manera? Se puede descalificar la propuesta, pero no la persona ni el cargo público que representa que si en democracia es lo que da y quita legitimidad.
Porque lo que quería expresar con este tema no era en sí la propuesta, que insisto, es lo que menos se critica en los dos artículos, sino más bien el intento de mezclar lo personal con lo político no se de qué manera muy bien.
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